Aunque a veces pensemos que tenemos todo controlado durante nuestro proceso de divorcio hay una serie de errores que es muy fácil cometer y que pueden complicarlo. Es importante tenerlos en cuenta para no hacer que un proceso que puede ser en principio rápido y sencillo, en algo más complicado que enrarezca más el ambiente con nuestra expareja.
Tener conversaciones con terceras personas sobre nuestro divorcio, más aún si son personas que tengan una vinculación con ambas partes. Las palabras pueden tener muchas interpretaciones en función del contexto y del tono en el que se está hablando, con lo que pueden dar lugar a mal interpretaciones. Además, de poder ser utilizado por la otra persona en tu contra durante el juicio.
No darle toda la información a tu abogado y mantener conversaciones paralelas con tu pareja, puede hacer que toda la estrategia de tu abogado se vaya al traste. Es muy importante confiar en tu abogado matrimonialista y que él sea el único interlocutor en este proceso, ya que es él el que en última instancia conseguirá que tu divorcio sea rápido y beneficioso para ti.
Utilizar a los hijos como arma arrojadiza. Manipular a tus hijos para lograr tus propósitos, es una formula perjudicial para todos, pero principalmente para ellos, haciéndoles que sufran más en un proceso que ya es duro para ellos, que muchas veces no logran entender y del que normalmente se sienten culpables. Al contrario, es muy importante para minimizar los daños hacerles saber que ambos cónyuges les quieren, que no tienen la culpa de nada y en ningún caso utilizarles como moneda de cambio.

Dejarse llevar por los sentimientos. En un proceso de divorcio es importante mantenerle la cabeza fría, ya que, si nos dejamos llevar por la rabia o frustración que nos genera la separación de nuestra pareja, haremos que el proceso se complique y se dilate en el tiempo. Además, perderemos la perspectiva y nos impedirá llegar al mejor acuerdo para nuestros intereses.
Querer que el divorcio se resuelva en un juicio. Como ya hemos indicado los sentimientos son muy malos consejeros y muchas veces pensamos que un divorcio contencioso es la mejor opción, pero lo que está claro es que siempre que sea posible la mejor opción es un divorcio de mutuo acuerdo. De esta manera será más rápido, menos traumático y más barato, y, además, normalmente se llegará a acuerdos más beneficiosos para ambas partes.
Para evitar caer en estos y otros errores lo mejor que podemos hacer es contratar a un abogado experto en divorcios, que nos asesore en todo momento y en el que podamos confiar, para que logre el mejor divorcio posible. Como ya hemos indicado un divorcio es un proceso en el que están involucrados muchos sentimientos, que pueden nublar nuestra razón y llevarnos a cometer errores, por lo que un abogado que nos calme y nos ayude a tomar perspectiva del proceso, nos ayudará a supera este proceso y a conseguir un buen proceso de divorcio. Desde SOS Divorcio ofrecemos un gran equipo de abogados matrimonialistas que le ayudarán a llevar su divorcio, en los que podrán depositar su confianza y conseguirán el mejor divorcio posible.